Amor propio: qué es y recomendaciones para fortalecerlo

Tu Info Salud
8 min readApr 21, 2021

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El amor propio es en definitiva la clave para crecer a nivel personal y psicológico correctamente. Es necesario reconocer nuestras facultades y virtudes para entender todo de lo que somos capaces.

En este sentido, Sean Covey en su libro de “7 hábitos del adolescente altamente efectivos”, define los paradigmas como los lentes con que vemos el mundo. Es por ello que muchas veces, las limitaciones que se presentan no son más que nosotros mismos y el paradigma que tenemos.

En el siguiente artículo te explicamos los beneficios de cultivar el amor propio, cómo reconocerlo y algunos tips para poder incrementarlo.

¿Qué es el amor propio?

El concepto del amor propio debe desligarse desde el principio de la egolatría o narcisismo, y cuidando siempre de no excluir o desestimar a los demás. Es reconocerse, respetarse y priorizarse.

El amor propio es esencial para la evolución personal, e influye en la forma en que nos vemos. Esto, impacta directamente también en cómo enfrentamos las situaciones, procurando ir siempre en dirección a lo que es mejor para nuestro bienestar.

Por lo tanto, actuamos desde lo que queremos, nuestras metas, lo que disfrutamos hacer y dirigiéndonos hacia lo que queremos llegar a ser y sentir.

Walter Riso en su libro “Enamórate de ti”, dice que amarse a uno mismo es el hecho más importante para garantizar nuestra supervivencia en un mundo tan complejo.

Beneficios del amor propio

El autoconcepto positivo nos ayuda a enfocarnos en nuestras metas e ideales, además de prepararnos para enfrentarnos ante las situaciones difíciles.

Se dispone de la capacidad de aprender de las adversidades y verlas como oportunidades para aprender, desarrollar habilidades y obtener madurez personal.

A continuación desglosamos todos los beneficios que trae consigo el amor propio.

Aumenta el autoestima

En el trabajo de investigación “Autoestima, el arte de quererte”, se define la misma como la cúspide de la evolución de la conciencia, donde la mente interviene en el cuidado del cuerpo a través de pensamientos positivos.

En este sentido, “Querernos es reconocer que somos dignos de ser felices por el solo hecho de estar vivos”.

Por ende el autoestima, en definición, es la cantidad de apreciación que tenemos hacia nosotros mismos, siendo el amor propio el punto de partida donde construimos un autoestima positivo.

Si en cambio, tenemos pensamientos donde nos reprochamos o desprestigiamos, ni siquiera vamos a intentar lograr algo por nuestra cuenta. Creemos que no somos capaces o que eso no es para mí.

Aumenta la confianza y seguridad

Creer en ti es la clave. Saber que errar o fracasar no nos convierte en perdedores, y comprender que lo único que es realmente imposible es aquello que nunca intentamos.

El amor propio nos hace vibrar más alto y reconocer nuestro valor, además de tener un autoconcepto sólido que nos empuja positivamente a la toma de decisiones y a salir de la zona de confort.

Tienes claro quién eres y lo que quieres

El amor propio es una herramienta que nos permite conocernos y descubrirnos.

Papalia y Wendkos (1995) manifiestan que el autoconcepto es el sentido de sí mismo. Es nuestra percepción de que hemos sido y hecho, guiándonos a decidir lo que haremos y queremos ser.

Cuando nos amamos, sabemos lo que valemos y lo que somos capaces. La introspección nos ayuda a reflexionar sobre nosotros mismos y obtener una más clara autovaloración.

Aprovechas tus virtudes y cualidades

Explorar nuestros talentos nos permite incrementar la confianza en nuestras capacidades. Nos abre el entendimiento sobre la expresión de nuestro ser y nos compromete con la autenticidad.

Por lo tanto, dejamos de enfocarnos en las cosas negativas que podemos tener, para disfrutar la potencialidad con la que contamos. Reconocemos nuestras buenas actitudes, las cosas interesantes y le damos fuerza a nuestras virtudes.

Aceptas y valoras tu aspecto físico

Lo que nos parece atractivo o no, es una elección propia. Walter Riso dice que “Lo importante entonces no es ser bello o bella sino gustarse a uno mismo”, y así es.

Cuando tenemos amor propio, reconocemos cuáles son las cosas que nos gustan de nosotros y nos quedamos con ello.

Descartamos los estrictos estigmas creados por la sociedad y entendemos que todos somos perfectos a nuestra manera.

Quizás sonará cliché, pero definitivamente está comprobado lo atractivo que se convierte la seguridad en una persona. Incluso cuando no encaja en los estándares de belleza.

Entregas lo mejor de ti a los demás

Cuando te amas, te conoces, te respetas, tienes una idea bastante clara de cuál es tu lugar, y eso te permite sacar lo mejor de ti.

Una persona que se ha encontrado y está en paz con ello siempre busca mostrar el camino a alguien más.

Anita Moorjani con su libro de “Morir para ser yo” es un claro ejemplo. Ella busca compartir la experiencia de cómo el autoconocimiento y autovaloración es liberador, e incluso sanador. Quiere que todos encuentren a través de su historia “su propio lugar en el universo”.

Aumentas el enfoque en lograr tus objetivos

Como mencionamos previamente, una de las primeras cosas que nos trae el amor propio es el autoconocimiento. El “quién eres y qué quieres”, por lo que reconocerlo y asumirlo siempre te pone en una posición donde quieres terminar de convertirte en esa persona que proyectas al futuro.

Además de sentirte capaz y evitar a toda costa rendirte. Nos convertimos en personas competentes y perseverantes.

Amas y eres amado

La mejora de las relaciones interpersonales es evidente. Aumenta la empatía y se suele obtener una perspectiva más objetiva de las cosas.

Si no te amas, es muy difícil aceptar con naturalidad el afecto externo, ya que se está predispuesto y anticipando el rechazo.

Las personas que se valoran y aman, gracias a ello mejoran la capacidad de relacionarse y se disponen a amar a otros con libertad, entendiendo que puede ser recíproco y por qué. De manera que las interacciones se vuelven más asertivas.

Vives feliz y satisfecho

Cuidar de nosotros mismos permite disfrutar de nuestros tiempos y ser definitivamente los protagonistas de nuestras vidas.

Son seguros de sí mismos y viven tranquilos con ello. Sin torturarse con escenarios fantasmas de posibles fracasos y no necesitan aprobación externas para tomar decisiones.

Tu salud se potencia

En el estudio titulado “Autoestima y salud”, realizado por el psicólogo Guillermo Ballenato Prieto, él explica cómo la autoestima puede vincularse a patologías como depresión, ansiedad, insomnio, anorexia, retraimiento social, etc.

Esto nos permite la comprensión de cómo el autoconcepto que tenemos influye y arroja resultados en nuestra vida.

Es por ello que la alta autoestima nos inclina al cuidado de la alimentación, educación psicológica y bienestar. Dedicamos tiempo y energía en estar y sentirnos bien, atendiendo las necesidades del cuerpo.

Además las células responden a lo que sientes. Los sentimientos suelen ser siempre respuestas fisiológicas y reacciones bioquímicas que al ser persistentes pueden afectar el sistema inmunológico, por lo que se ponen en marcha la activación de ciertos genes.

Recomendaciones para fortalecer el amor propio

Hablar de autoestima y amor propio siempre termina siendo mucho más sencillo que ponerlo en práctica. Es de hecho, aunque cueste admitirlo el tipo de amor que más se nos dificulta y que más evitamos admitir.

Todo esto tiene mucho que ver con la tergiversación que suelen otorgarle y la falta de educación sobre la importancia del mismo.

A continuación te mencionamos maneras de fortalecer el amor propio.

Identifica cómo te percibes

Ser honestos y asumir responsabilidad sobre nosotros mismos al momento de analizarnos y conocernos. Por ello reconocer nuestras virtudes y debilidades es clave para desenvolvernos correctamente.

La imagen que tenemos de nosotros mismos es algo adquirido. Es aprendido, recolectado a través de las experiencias a lo largo de nuestra vida, y es importante admitir que esas ideas desarrolladas suelen ser bastante difíciles de modificar.

Identificarnos es saber qué nos hace feliz y acercarnos a nuestro verdadero yo.

Hazte consciente de tus necesidades

Sucede que nuestro cerebro está diseñado estrictamente para sobrevivir y no perseguir la felicidad, por lo que reconocer cuáles son nuestras necesidades nos permite tomar conciencia y tomar decisiones en pro a nuestro bienestar.

Admitir con franqueza si algo o alguien nos conviene, es determinante para esclarecer panoramas que parecen totalmente perdidos y nos hacen infelices. Para ello necesitamos tener valor, pero sobre todo valorarnos.

Evita los ambientes y personas tóxicas

Aunque en la evolución del ser, solemos desapegarnos de vínculos afectivos que no nos aportan o benefician, también es una decisión.

Las personas tóxicas son negativas y nos desgasta psicológicamente. Además que no suelen alegrarse de nuestros logros sino desestimarlos.

Algunas características que suelen presentar las personas tóxicas, que nos sirve para reconocerlas son:

  • Suelen victimizarse.
  • Son pesimistas.
  • No poseen empatía.
  • Son conflictivas.
  • Se quejan de todo.

Mantener relación con personas de este tipo nunca compensará el efecto perjudicial en nuestro bienestar emocional. Lo mejor es sacarlas de nuestra vida.

Aprende a decir No

Respetarnos siempre marcará los límites saludables que debemos conservar para no afectar el equilibrio que hemos logrado en nuestro interior. Debes hacer saber cuál es tu posición y no sentirte mal por ello.

Libérate de culpas y rencores

Perdonar y soltar son las dos palabras claves. Para amarnos en toda capacidad debemos reconocer lo destructivos que son la culpa y el rencor. Hay que eliminarlos o aprender a afrontarlos para evitar lastimarnos.

Nos produce desgaste emocional, nos sentimos indefensos y desanimados y a largo plazo puede producir ira.

Debemos cuidarnos de alimentar estos sentimientos y aceptar nuestros errores. Incluso los de otras personas.

Atiende primero tus necesidades antes que las de los demás

Con el amor propio nos debemos priorizar. Reconocer que aunque las personas que están en nuestra vida son importantes, nadie más va a cuidarnos de forma más sensata y consciente que nosotros mismos.

Debemos evitar cometer el error de dejar nuestra felicidad en manos de otras personas. Ponernos siempre en primer lugar.

Acéptate con tus virtudes y defectos

No hay que engañarnos. No proponernos metas imposibles a corto plazo para que comprometan la seguridad que hayamos construido y nuestra autovaloración.

Siempre que reconozcamos nuestras virtudes disponemos de nuestras limitaciones, las cuales hay que respetar para tener control sobre nuestro “yo” y saber administrar las emociones respecto a las críticas que podamos recibir.

Manifiesta tus opiniones y emociones

Reconocer la importancia de tus pensamientos, de tu criterio y de tu manera de sentir es fundamental para el amor propio.

De manera que la seguridad que nos trae, nos aleja del miedo al rechazo y nos permite mostrarle a quienes queremos el mundo que llevamos dentro.

Establece metas y trabaja por cumplirlas

La satisfacción de cumplir metas propuestas y construir con esfuerzo la persona que queremos lograr ser nos llena.

De hecho, crear hábitos y disfrutar el proceso de concretarlos nos otorga la sensación de plenitud que ayuda a la mejora de nuestra autoestima.

Incluso, aunque se vayan cumpliendo metas pequeñas, el enfoque en resultados positivos favorecerá nuestra seguridad.

Realiza más de aquello que te gusta y hace feliz

Claro que, las metas que nos propongamos, las necesidades que cubrimos, la exploración de nuestras virtudes… Todo debe venir con la motivación de que es algo que nos otorgará satisfacción. Nos hará felíz.

La autoestima nos empuja a la autorrealización de forma emocional y espiritual, por eso nos acerca a ser felices y entender por qué somos merecedores de ello.

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